El fiasco de las negociaciones sobre la reforma de la negociación colectiva lleva a considerar que es el momento de hacer balance de la política de “diálogo social” mantenida por nuestra Confederación.
En el caso de la reforma laboral, el diálogo social nos encadenó a la mesa de negociaciones, aislando a los empleados públicos en la huelga del 8 de junio de 2010, permitiendo al gobierno agotar el mes de junio para legislar, y llevándonos a la Huelga General limitada del 29 de septiembre, cuando los trabajadores nos decían, con razón, “vais tarde”.
Tras la Huelga General, la mayoría de este órgano valoró que podíamos volver al diálogo social, y se firmó el acuerdo de pensiones, que sigue rechazando la inmensa mayoría de los trabajadores y trabajadoras, y que nos dejó debilitados y aislados. Por su parte, el gobierno ha decidido incumplir la parte del ASE referida a empleados públicos.
Luego han venido las negociaciones sobre reforma de la negociación colectiva. Tres meses hemos estado negociando. La Patronal ha jugado con nosotros, y ahora el gobierno se apoya en lo ya cedido en la mesa de negociación para imponer nuevos recortes. Y la Patronal aspira a recortes aún mayores en la tramitación parlamentaria.
Y ahora, ¿qué? ¿Un nuevo “diálogo” sobre empleo juvenil? ¿Más contratos precarios, más bonificaciones a los empresarios a costa de los impuestos y la caja de la Seguridad Social?. Los jóvenes que se movilizan por cientos de miles nos dicen “no nos representáis”. Basta con recordar los argumentos que se dieron para justificar que el recorte de pensiones no afectaba a los “mayores” para ver cómo nuestra política ha alimentado ese foso entre los trabajadores organizados y la juventud, que un nuevo “plan de empleo juvenil” sólo va a contribuir a profundizar.
Y ahora, ¿qué? ¿Cómo ganar fuerzas para oponernos al recorte en la negociación colectiva? ¿Cómo acumular fuerzas para frenar los recortes sociales que se anuncian, con la excusa del déficit de Autonomías y Ayuntamientos? No podemos hacerlo sin corregir el rumbo.
Sólo la clase trabajadora organizada puede modificar la durísima situación que vivimos. Para recuperar la confianza de la mayoría de los trabajadores, para atraer a los jóvenes, para poder organizar el frente unido en defensa de las conquistas sociales y los derechos obreros que necesitamos, tenemos que empezar por reconocer francamente que nos equivocamos al firmar el ASE, hay que retirar la firma de ese acuerdo, hay que dejar de fiar nuestro futuro a un “diálogo social” del que sólo salen recortes, y apostar, como hacen los jóvenes, por el cambio social.
Llevo 38 años de militancia en CC.OO y cuatro años en el Paro por despido improcedente con la indemnización que me dieron me hice una póliza que me cubriera hasta los 64 años ya que en la actualidad tengo 41 años cotizados a la SS y pago el C.E.SS con lo de las reforma de las pensiones me tendría que jubilar con 65 años y 2 meses y sino a los 63 años que los cumpliré en Marzo del 2012 perdiendo poder adquisitivo viendo mermada mi Pensión porque unos señores les salió de los cojones de firmar sin consultar con las bases de ambos Sindicatos y la gran mayoría de los afiliados y ciudadanos de a pie estamos en contra de los recortes Sociales donde está el Sindicato de clase que era CC.OO ya más bien parece el antiguo Sindicato Vertical un sindicato de funcionariado donde las bases no cuentan para nada solo a la horas de las elecciones sindicales.
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